domingo, 22 de noviembre de 2009

"Algunas veces es necesario volver a enseñarle la belleza a alguien hasta que florezca nuevamente desde dentro". Galway Kinnely.

Continua carta a Rocío.

Me despido. Fue un placer y agradezco infinitamente me hayas escuchado. Yo me quedo con el momento. ¿Qué sucederá en el futuro? Poco importa.

Mi bello amanecer...

Deseo que cuando despiertes recuerdes tu sublime nombre: Rocío. Eso eres para muchas personas. Eres aquella humedad que inyecta vida a la vida misma. Tenlo muy presente. Eres renacimiento, esperanza, ganas de vivir y dar vida.

Gracias por todo.

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